miércoles, 3 de marzo de 2010

Comienzo a viajar


El viajero...
viaja, camina, vuela...
también corre y recorre.
Solo lo puede hacer por el tiempo, por ese tiempo que le queda.
Algunos prefieren la seguridad del hogar y no enfrentar esos nuevos caminos...
con sombras, con esquinas...
solo nos queda decidir,
solo nos queda ver y poder mirar,
y luego torcer ese tiempo a nuestro favor.
Algunos prefieren la inseguridad de la calle,
del viento, la lluvia,
la tierra que se nos va pegando...
en los surcos que vamos haciendo en nuestro cuerpo.
A medida que damos pasos, nuestra huella nos marca un pasado,
pero también la dirección del futuro,
como vectores de esa fuerza interior.
Esa adrenalina, ese latir de la búsqueda,
ese destino de seguir buscando, esa llama que arde.
Algunos prefieren quedarse inmóviles, sin hacer nada,
o mantenerse al margen de todo, sin dolor,
sin ningún interés, como el señor Meursault.
Todos lo haremos,
todo lo haremos,
pero solo por ese tiempo que nos queda.
Seguiré...
seguiré hasta el ultimo día,
hasta extinguirme en la bruma del sueño.
Seguiré.

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